Después de este largo e intenso torneo, se podría decir que un segundo puesto tampoco está tan mal. Si nos hubieran dicho al llegar allí que íbamos a estar en la final del Torneo Nacional de Debate Escolar, probablemente nos hubiésemos reído delante del que hubiese tenido tan bonita ocurrencia. Aunque optimistas no faltaban en el equipo y había alguno que comentaba esa posibilidad durante la preparación del debate, por muy remota que fuera.

La verdad es que debatir sobre si “debemos optar por modelos de economía colaborativa frente a modelos tradicionales de negocio”, al principio, no nos hacía mucha gracia. Aunque, qué duda cabe de que cuando uno quiere, las cosas van saliendo y la preparación va avanzando. A pesar de que, cuando nos plantearon presentarnos a este Torneo, nos entraron dudas al ver las fechas, ahora no podemos sino agradecer esa oportunidad. La investigación, el viaje, los debates, conocer gente con tus mismas aficiones…todo suma.

El Torneo fue, cuando menos, divertido e intenso. Una fase de grupos que, por suerte, pasamos con solvencia, fue la antesala de lo que prometía ser una auténtica aventura. Desde luego, no defraudó. Avanzaban las rondas y nosotros nos manteníamos, con ganas, ilusión y ambición. Así, hasta que llegó la gran final, después de un duro debate en semifinales donde, a pesar del resultado, disfrutamos como niños pequeños. ¿Qué más se puede pedir?

Una gran experiencia difícil de olvidar. Y es que, no muchas veces uno puede decir con orgullo que es subcampeón nacional.

Javier González Feria.